Siguiendo con nuestra espectacular ruta del sánguche, hoy les presentamos el clásico de los clásicos: el sánguche de la Fuente Suiza. Conversamos con Eduardo Dalenzal, quien lleva 11 años trabajando como jefe de Administración del restauran, y él nos relatará la historia de esta tradicional sandwichería ñuñoína. ¡No te lo pierdas! A principio de 1900, la familia Leangles –un matrimonio suizo-alemán- trajo a Chile la idea de preparar sándwiches que tuvieran ingredientes traídos de la vieja Europa, como una forma de llevarse consigo las tradiciones de su país. Con algo de esfuerzo y una mentalidad súper emprendedora, en el año 39 se instalaron con una fuente de soda, a la que llamaron La Fuente Suiza, en honor a su país natal. Al principio se instaló en el centro de Santiago, pero luego se trasladaron donde está hoy: Ñuñoa. El local lleva 57 años funcionando y su éxito no cambia. ¿La fórmula? ¡Siempre la misma! “La tradición que representa la Fuente Suiza nos demuestra que a la gente le gusta mucho venir al local y por eso es que hemos tratado de mantener la misma línea de productos y materias primas de la mejor calidad a lo largo de los años”, dice Eduardo. Como empresa familiar han encajado perfecto, de hecho esta es la cuarta generación que se hace cargo de la administración y las finanzas, siempre manteniendo el estilo familiar y tradicional que los ha caracterizado durante tantos años: “Este es un local muy cálido. La gente que viene es la misma. Tenemos una relación muy amena con los clientes… es un ambiente muy grato el que se genera”. Aparte de exquisitos sánguches, la Fuente Suiza tiene otros productos que puedes disfrutar: “Tenemos empandas de 4 variedades, son riquísimas y la gente las prefiere harto”, nos cuenta Eduardo. Así es que ya sabes, la Fuente Suiza te espera con deliciosas preparaciones que puedes disfrutar con tu familia y amigos en un ambiente clásico y tradicional ¡Como si estuvieras en tu propia casa! Te dejamos la dirección. Av. Irarrázaval 3361, Ñuñoa, Santiago, Chile