1Prende el horno y déjalo calentar a temperatura alta.
2 En una olla con agua hirviendo cuece las papas, pero a punto, que no queden muy blandas.
3 El tiempo depende del tamaño de la papa, pero puedes ir pinchando una con un cuchillo y cuando entra fácil pero al levantarla se queda enterrada, se podría decir que están perfectas.
4
Escúrrelas y remójalas un par de minutos en agua fría, escurre de nuevo y luego déjalas reposar sobre un plato.
5 Mientras las papas se cuecen, para avanzar, corta los pimentones por la mitad a lo largo y límpialos, sacando el corazón, las venas y las semillas.
6 Puedes ayudarte con un cuchillo chico.
7 Suena despiadado, pero el cuento tiene final feliz.
8 Corta el salmón en cubos.
9 Cuando las papas las puedas tomar con la mano sin quemarte, córtalas en gajos.
10 En el microondas o en una ollita a fuego suave derrite la mantequilla.
11 Mézclala con las papas y los dientes de ajos enteros y pelados en un bowl, embetunándolas bien.
12 Agrega sal y pimienta.
13 Haz el mismo ejercicio con las mitades de pimentón en otro bowl y esta vez con un chorro de aceite de oliva en vez de mantequilla.
14 Pon las papas en una fuente y los pimentones en otra, con la parte interior mirando hacia arriba.
15 Hornea por alrededor de 25 minutos.
16 Saca la fuente de papas y echa encima los cubos de salmón, incorporándolos bien con 2 cucharas de palo.
17 Mete al horno por 2 a 3 minutos más.
18 Saca ambas fuentes, ya es hora de montar.
19 En cada plato pon 2 mitades de pimentón y arriba las papas con salmón.
20 Cuando termines con todo, con una cuchara reparte encima la mantequilla de la fuente de las papas y luego unas buenas hojas de orégano fresco.